por la carretera

por la carretera
Instagram: @alexandersorel

lunes, 31 de agosto de 2015

El Desgaste

Y así, como si lo supieran o lo hubieran calculado, tras un año de viaje, las ciclas parecían nuevas, pero se sabían viejas. Como cumpliendo con un designio, al ser asediadas tres meses por el aire corrosivo de la costa ecuatoriana, evidenciaron El Desgaste que cargábamos en los hombros. Tras doce meses de viaje aún tenía las dos cámaras de repuesto intactas, pero en un par de semanas, entre válvulas exhaustas y espinas playeras me quedé solo con las puestas. Le siguieron los rayos, que uno a uno comenzaron a romperse, como turnándose las jornadas, obligándome a cargar con un juego completo que ya he usado en reiteradas ocasiones. Lo de las pastillas de freno no me extrañó, era esperable, pero las piolas se coordinaron para desarmarse y trancarse todas al mismo tiempo, como confabuladas hasta con la cadena, que saltó y se abrió con estruendo en una subida... y así, un día, veo a La Poderosa vieja y cansada, cubierta de heridas de guerra; descascarada y oxidada...

Pero sigue avanzando ¡y cómo rueda! incondicional.
Un perno aquí, un parche allá, un ajuste de transmisión...

¡Esta es una máquina maravillosa, tiene para rato!




-¡Voh dale, pedaléa!-

sábado, 1 de agosto de 2015

Ruta del Spondylus o ruta del Sol: La costa ecuatoriana

La mayoría de los cicloviajeros que cruzan Ecuador lo hacen por la sierra, subiendo y bajando las montañas. Nosotros ya llevábamos meses de altiplano y sierra: queríamos arena, sol y mar azul. La costa ecuatoriana no nos defraudó.

Tramo 1: Guayaquil- Progreso
Tiempo pedaleado: 4:32 hrs
Distancia recorrida: 72,4 k
Velocidad promedio: 16 k/h
Hora de salida: 12:00
Hora de llegada: 19:00

El camino es caluroso, pero simple y entretenido, con suaves subidas y bajadas. Avanzamos por una ciclovía rodeada de verdor que llega a la costa. Llegamos a Progreso pero no entramos al pueblo, sino que acampamos en los pastos de una suerte de “patio de comidas” que se encuentra al borde de la carretera.

La ciclovía que nos acompañó hasta la costa.


Tramo 2: Progreso- Libertad
Tiempo pedaleado: 4:30 hrs
Distancia recorrida: 68,5 k
Velocidad promedio: 15 k/h
Hora de salida: 10:00
Hora de llegada: 17:00

Salimos tarde ya que esperamos que se secaran nuestras cosas luego de la fuerte lluvia de la noche. El camino sigue siendo agradable, pero se empieza a notar que nos acercamos a la costa: comienza a ponerse más árido. Nos quedamos en casa de Olga, una genial couchsurfer.

Tramo 3: Libertad- Playa Rosada
Tiempo pedaleado: 2:26 hrs
Distancia recorrida: 43,5
Velocidad promedio: 17,8
Hora de salida: no lo sé…
Hora de llegada: 16:00

Camino simple y rápido. Nos fuimos pistiando como campeones hasta la entrada a Playa Rosada. De ahí adentro, un camino de tierra de cuestas infernales. La bicicleta de Ignacio levantó la rueda delantera de lo empinada que estaba la subida… hacemos la primera cuesta caminado, pero para el resto nos ayuda el vuelo de las bajadas previas. Llegamos a una preciosa playa donde nos autorizan a acampar luego del cierre.

 La tranquilidad de Playa Rosada


Tramo 4: Playa Rosada- Montañita
Tiempo pedaleado: 2:12 hrs
Distancia recorrida: 28,6  k
Velocidad promedio: 13 k/h
Hora de salida: 10:00
Hora de llegada: 15:00

Luego de un breve camino de tierra (3 kilómetros), llegamos a Ayangue. Una buena playa, donde paramos a comer algo y luego seguir. En Montañita, esa locura de lugar, nos quedamos en un camping.

 Montañita, repleta de hostales, negocios y turistas


Tramo 5: Montañita- Olón
Tiempo pedaleado: 00:29 hrs
Distancia recorrida: 5,17 k
Velocidad promedio: 10 k/h
Hora de salida: importa?
Hora de llegada: no importa


El trayecto, como ven, es ridículamente corto. Hay dos caminos: uno que se va por la costa, que toma una subida a un santuario con forma de Arca (de Noé). Y el otro que la rodea. La subida es fácil y definitivamente vale la pena: llega a un mirador precioso. En Olón no nos autorizaron a quedarnos en la playa, pero hay un camping de precios accesibles.

 La vista desde el Santuario
Playa de Olón

Tramo 6: Olón- Curía
Tiempo pedaleado: 0:22 hrs
Distancia recorrida: 4 k
Velocidad promedio: 11 k/h

Y bueno, estos trayectos ya comenzaban a ser casi ridículos. Pero es porque pasamos, básicamente, haciendo playa. Curía es un precioso y tranquilo pueblo. Nos quedamos en la playa y conocimos a Wacho, un ciclista-fotógrafo muy buena persona que tiene un hostal allí.

Playa de Curía

Tramo 7: Curía- Ayampe
Tiempo pedaleado: 1:30 hrs
Distancia recorrida: 20,3 k
Velocidad promedio: 13,4 k/h
Hora de salida: 8:00
Hora de llegada: 10:00

Este fue el primer tramo en el que la ruta dejó de ser prácticamente plana; para llegar a Ayampe hay que atravesar una pequeña serie de cuestas, unas siete si mal no recuerdo, pero que no son muy altas ni muy empinadas. Son, entonces, entretenidas. Cambia también la vegetación, que deja atrás la aridez playera para dar paso a la selva.

Difícil bañarse en la playa de Ayampe, ya que no es de arena sino de piedras. 
Cuando la resaca arrastra aquellas piedrillas, la orilla canta. 

Tramo 8: Ayampe- Puerto López
Tiempo pedaleado: 1:23 hrs
Distancia recorrida: 20,2 k
Velocidad promedio: 14,5 k/h
Hora de salida: 10:00
Hora de llegada: 11:30

Camino fácil y bonito. Puerto López es una ciudad tranquila, con una agradable playa. Pasamos la noche en los bomberos.

 Playa de Puerto López

En la azotea de esta estación de bomberos pasamos la noche

Tramo 9: Puerto López- Puerto Cayo
Tiempo pedaleado: 2:54 hrs
Distancia recorrida: 42,2 k
Velocidad promedio: 14,5 k/h
Hora de salida: 9:00
Hora de llegada: 18:30

Un pequeño detalle, la mejor playa de Ecuador está entre Puerto López y Puerto Cayo: en el Parque Nacional Los Frailes ¡Tremenda playa! Llegamos allá y nos quedamos hasta que nos echaron, a eso de las 16:30.



 Playa Los Frailes

Tramo 10: Puerto Cayo- San Lorenzo
Tiempo pedaleado: 2:56 hrs
Distancia recorrida: 36,4 k
Velocidad promedio: 12 k/h
Hora de salida: 13:00
Hora de llegada: 16:30

De aquí en adelante se acaba la planicie, pero las cuestas hacen el camino más entretenido. No os preocupeis, las subidas son cortas, y las bajadas dan vuelo para acortar la subida siguiente.

San Lorenzo tiene una playa muy bella y tranquila. Acampamos en la arena, viendo el atardecer en el mar.


Nuestras mañanas en puerto Cayo, Oh, bendito seas, workaway

La llegada a San Lorenzo

Tramo 11: San Lorenzo- Manta
Tiempo pedaleado: 2:34 hrs
Distancia recorrida: 35 k
Velocidad promedio: 13 k/h
Hora de salida: 10:00
Hora de llegada: 13:00

El camino sigue con agradables cuestas que no dejan aburrirse, pero nada difícil. Manta no es una ciudad muy linda: tiene un río rojo ¿por qué? porque arrojan desechos químicos en él...

¡Arbolazos en el camino!

La azotea de nuestro couchsurfer fue nuestra casa en Manta

Tramo 12: Manta- San Clemente
Tiempo pedaleado: 4:10 hrs
Distancia recorrida: 66 k
Velocidad promedio: 15,8 k/h
Hora de salida: 11:00
Hora de llegada: 18:00

Como se ve por la velocidad promedio, este tramo fue más rápido. Paramos a comer algo en Rocafuerte, donde están los mejores dulces manabitas ¡ñam! En el camino comienzan a aparecer las plantaciones de arroz y muy buenas empanadas fritas. Dormimos en los bomberos de San Clemente.

Tramo 13: San Clemente- Canoa
Tiempo pedaleado: 4:12 hrs
Distancia recorrida: 58,7 k
Velocidad promedio: 14 k/h
Hora de salida: 10:00
Hora de llegada: 18:00

Nos fuimos pistiando como campeones hasta Jama, donde entramos a comer algo. Volvimos a la carretera por un camino interior y llegamos a Canoa al atardecer. Teníamos pensado parar en alguna de las playas que se encuentran antes de Canoa, pero aquí la cosa empieza a ponerse peligrosa: ya no es seguro dormir en la playa ni andar solo de noche. Optamos por seguir y dormir en un camping.
  
Atardecer en Canoa... luego de la puesta de sol no conviene quedarse en la playa.

Tramo 14: Canoa- Don Juan
Tiempo pedaleado: 3:31 hrs
Distancia recorrida: 55 k
Velocidad promedio: 15,6 k/h
Hora de salida: 11:20
Hora de llegada: 17:00

¡Qué felicidad llegar a Don Juan! Un pueblito de gente amable que, asombrosamente, se alegraba de no tener delincuencia (a esta altura los pueblitos no son de lo más seguro). Nos fuimos a la playa a acampar, pero nos ofrecieron el techito de un local para guarecernos de la lluvia.

Las plantaciones de arroz.

Atardecer en Don Juan. Esos botes zarpan a las 4 de la mañana.

Tramo 15: Don Juan- Pedernales

Emmm... aquí olvidé tomar las estadísticas jajaja. El dato importante: hay un hotel en la costanera llamado Bocana. El dueño es bien apañador con los viajeros en bicicleta, y nos dejó poner las carpas en la azotea. Demás está decir que la playa de Pedernales es genial, es más, tuve una epifanía surfer en estas costas.

El río que desemboca en la plata de Pedernales

Pedernales está, de hecho, en la latitud 0

Tramo 16: Pedernales- Mompiche
Tiempo pedaleado: 6:14 hrs
Distancia recorrida: 92 k
Velocidad promedio: 14,7 k/h
Hora de salida: 10:00
Hora de llegada: 18:00

Sorprendentemente, de aquí en adelante el paisaje cambia radicalmente: se nota la entrada a Esmeraldas. La selva aparece de la nada para devorarse el camino, dando paso a casas de bambú y los habitantes afroamericanos de Ecuador. Me sentí, así de repente, transportado a algo así como el Amazonas... Hicimos 92 kilómetros, pero en este trayecto aparecieron las lomas más zarpadas de la costa. Claro que siguen siendo un juego de niños al lado de la sierra.






Tramo 17: Mompiche- Bunche
Tiempo pedaleado: 3:58 hrs
Distancia recorrida: 54,6 k
Velocidad promedio: 13,7 k/h
Hora de salida: 12:40
Hora de llegada: 17:45

Internándonos en Esmeraldas tomamos el camino secundario, alejándonos de la carretera y tomando el camino de tierra que continúa por la costa. Llegamos al poblado de Bunche donde los vecinos nos invitan a dormir en una casa desocupada: "no deben pasar la noche afuera" nos advierten. Gentileza y calor que contrasta con la violencia de las noches, provocada por la escasez de recursos y abundancia de alcohol.

Atardecer en Playa Negra, Mompiche. Un lugar que en algún momento tuvo una espectacular arena negra brillante, pero que la sacaron en camiones para venderla, así que ahora ya no queda mucho de esa playa...


Pasamos la noche al borde del manglar

Salida con el calor de la mañana

Tramo 18: Bunche- Estero del Plátano
Tiempo pedaleado: 3:31 hrs
Distancia recorrida: 29,4 k
Velocidad promedio: 8,3 k/h
Hora de salida: 11:00
Hora de llegada: 17:00

Este trayecto se complica por un par de razones: (1) cuestas empinadas en camino de tierra y (2) pueblos que, según dicen los habitantes, son bastante peligrosos. Es más, los trabajadores que estaban arreglando la carretera fueron majaderos en advertirnos que no paráramos hasta llegar al Estero del Plátano y que no nos separáramos, ya que habían muchos asaltos en la ruta. No sabemos si será o no cierto, pero no nos pasó nada... claro que no paramos hasta llegar. En todo caso, el camino es precioso.


 Dormimos en la costanera, amparados por los gentiles vecinos

La playa en marea baja, que desaparece cuando sube

Tramo 19: Estero del Plátano- Atacames
Tiempo pedaleado: 3:28 hrs
Distancia recorrida: 49,5 k
Velocidad promedio: 14 k/h

Desde aquí el camino vuelve a estar pavimentado. Un par de subidas, sobre todo una fuerte saliendo del Estero, y otra justo antes de Atacames. Pero nada difícil. 

 La salida de Estero del Plátano



 Atacames, el río que divide la playa y los hoteles del centro

Y bueno, en resumen, eso es todo. Espero haber sido breve, mi idea no es contar una historia, sino que sepan que es simple, bonito y POSIBLE. Dejaré por acá también los datos del trayecto Atacames- Quito, un precioso trayecto que es más fácil de lo que parece en el mapa del perfil de alturas. 

¡Dejo la invitación hecha!

-¡Voh dale, pedaléa!- 

domingo, 14 de junio de 2015

Recuerdos de una rutina



No me quejo; fui feliz. No lo dejé por insatisfacción. Al contrario, lo dejé porque estaba muy cómodo; demasiado. Pero me gustaba. Y claro, si hacía lo que me gusta: los colegas, el aula, los alumnos. Hasta tenía mi propia sala y escritorio. 

Tenía mis ritos, mi rutina. 
Amaba mi rutina.

Despertarse de madrugada para pedalear al trabajo y llegar a nadar antes de entrar al departamento de Castellano y encender la cafetera que el jefe había donado hace años, pero que había estado olvidada en un mueble hasta que la revivimos... ¡Ah! ¿Cómo puede comenzar mal una mañana con ese olor a café?

Todas las mañanas hacía la misma ruta en bicicleta. Todas las mañanas un contra-reloj contra el Sebastián de la mañana anterior. Nunca escucho música cuando pedaleo: me gusta tener todos mis sentidos atentos... pero esas solitarias calles de Santiago a las seis de la mañana tenían su banda sonora. Escuchaba siempre el mismo disco, el Cripta y Vida de Pedro Piedra. Ponía play siempre en el mismo lugar y avanzaba conmigo: cada esquina tenía su tema, su verso, su ritmo.

No escuchaba ese disco hace un tiempo. Hace unos días lo escuché mientras pedaleaba saliendo de Canoa (Ecuador). Waaaaa, qué viaje. Fue como volver de golpe a las calles de Santiago. Hasta sentí el olor del colegio. Uf. Fue extraño, pero sentí una tibieza, un calorcito, ese "sentirse en casa". 

Y es que eso es el hogar, el rito; un olor, un sabor, una rutina... y puta que es bakán cuando te gusta...

Si hasta la Cooper tenía su espacio en aquel Departamento de Castellano, 
entre diccionarios y libros de Lenguaje y Comunicación... 
Se la quedó un colega, del mismo colegio ¿Seguirá recorriendo esas calles?

-¡Voh dale, pedaléa!-

domingo, 31 de mayo de 2015

Viajar


El tiempo lo es todo. Es la libertad. Cuando no tienes nada -salvo una bici-, las posibilidades son infinitas. Lo único que te detiene -o te apura- es el sistema en cada frontera; y claro, ahí te das cuenta que los nacionalismos son una mierda. O sea, lo sabías, pero ahora lo viviste poh.

Viajar. No turistiar. Viajar. Sin apuro. Sin TENER QUE volver. Evitar lugares concurridos. Ir a los más concurridos. Hacer lo que se te de la gana. Pensar en las fronteras -que te autorizan a ser libre solo por tiempo limitado y bajo determinadas condiciones-. Tomar fotos, a veces, en ciertos lugares, con ciertas personas. 

¿Y la plata? Cuando hay tiempo, no es problema. Siempre puedes encontrar algo: las posibilidades son infinitas. En serio.

Igual volver yo creo. No se bien por qué. Pero está bueno. Total, se puede volver a salir.

miércoles, 13 de mayo de 2015

La mejor tienda-taller de bicicletas de Guayaquil


¡Gracias Alberto, David y BikeZone!

No soy de andar haciendo propaganda, pero creo que cuando una tienda supera con creces a las otras, hago un favor a los que quieran tener y mantener una bicicleta buena, bonita y barata.

Resulta que necesitabamos una bicicleta para mi hermano, así que me recorrí todas las tiendas de bicicletas de Guayaquil. Primero que todo, en la mayoría de las tiendas (calle Colón o "La Bahía") solo se encuentran bicicletas de componentes chinos que no duran ni un mes. Si quieres una bicicleta de verdad, esta NO es una opción. El problema es que las bicicletas reales se encuentran en Urdesa (barrio alto), y todas son carísimas. En BikeZone podemos encontrar la calidad de Urdesa, pero con precios mucho más bajos. Con decir que la bicicleta Giant que compramos en BikeZone estaba un 40% más cara en Urdesa. 

Pero lo mejor de la tienda no es eso, sino que es atendida por ciclistas, y eso marca la diferencia. Alberto vende bicicletas porque le gustan, porque le apasiona, no porque quiera vender. Fue la única tienda donde de verdad sabían de componentes, de compatibilidad, y no me querían vender algo, querían ayudarme a solicionar mi problema. Fuimos más allá de una venta: hablamos de bicicletas, del viaje, de los sueños, de la vida. 

Me fui de la tienda no como cliente satisfecho, sino como amigo.


¡Gracias cabros! 

Datos de la Tienda:
BIKEZONE
Cdla. La Garzota
Mz 140 Villa1 Local2
Tel: 6036233
Cel: 0981277498
Guayaquil, Ecuador

Alforjas caseras y económicas



Vamos al grano: necesitaba unas alforjas económicas. Me puse a buscar videos de tutoriales en internet y me agradó ÉSTE. A continuación les relato mi experiencia poniéndolo en práctica.

Materiales

1. Bidones: De lo que sea, de lo que acomode. A mi me los regalaron en un lugar donde limpiaban motores de autos. Como que los usaban para contener el ácido con el que limpian.


2. Pernos y tuercas: Depende de cómo quieran hacerlas. En este caso utilizamos:

- Tornillos de 1/4 (x8)
- Golillas chicas (x20)
- Golillas grandes (x12)
- Pernos para tornillo 1/4 (x12)
- Ganchos (x2)
- Tensores (x2)

3. Pletinas, o placas de metal terminadas en un gancho: Todo lo de la lista lo encontré en una de estas grandes tiendas tipo "HomeCenter", menos este item. Pero fui a un taller de metalurgia, expliqué lo que quería, y en 3 minutos las hicieron y me las regalaron.

Acá se pueden ver las golillas, pernos y tuercas (izq) y tensores, ganchos y placas de metal (der)

4. Optativo: Pulpos (x2)

Procedimiento

1. Cortar lo bidones en la medida que crean necesaria, teniedo en cuenta que será la tapa.

2. Tomar las medidas pertinentes, dependiendo de la compatibilidad con la parrilla, y poner las plaquillas de metal como se muestra en la foto.

Por fuera

Y por dentro. Acá pusimos las golillas grandes para que se distribuya mejor el peso. 
En el anterior no sería tan necesario por las placas de metal... creo

3. Tomar las medidas pertinentes, dependiendo de la compatibilidad con la parrilla, y poner los ganchitos como se muestra en la foto.

Por fuera

Y por dentro. Acá por error de cálculos no nos cupo la golilla grande. 
En la otra sí lo pusimos... habrá que ver si hace alguna diferencia.

Y acá se pone el tensor, ajustado a la parrilla.

4. Cortar unos orificios en la tapa para que encaje en los bidones, como se ve en la foto.


Y ¡Charán! Puedes usar los pulpos para que la tapa quede bien fijada.


Las acabo de hacer. Es fácil y rápido. Ahora veré cómo aguantan y les cuento.


-¡Voh dale, pedaléa!-

lunes, 20 de abril de 2015

Estar ahí, bien alto, en tantas formas distintas


Estar ahí



Y estar ahí, cruzando montañas, ríos, lagos,
con sol, con lluvia, con nieve, con granizo, con viento, con niebla,

Y estar reseco, mojado, helado, adolorido,
con la mochila encarnada en los hombros y un lago en cada pie.

Y no importa

Y es que atrás del frío, del dolor, del cansancio, del hambre, de la falta de sueño,
ahí, al fondo,
está esa chispa que lo enciende todo, que genera esa energía que nos mueve;

Y es que, simplemente, la montaña es sublime.